Abel

Encontrar al actor ideal para encarnar a Abel era muy importante porque este personaje tenía que combinar a la vez inocencia y madurez, una mezcla compleja para explicársela a un niño. Diego Luna quería una cara nueva, así que organizó unos talleres de teatro para niños, con la esperanza de descubrir nuevos talentos.

Al cabo de un año de sesiones, localizó a un chico intuitivo y espontáneo, Christopher Ruiz-Esparza, cuya interpretación le impresionó, porque no había actuado nunca antes de participar en esos talleres ni había salido nunca de la pequeña ciudad en la que se había criado. Diego Luna y Christopher trabajaron juntos durante cinco meses en el taller hasta que el muchacho fue elegido definitivamente para representar a Abel. Su hermano menor, Gerardo, también fue elegido para convertirse en su "hermano cinematográfico".

En lugar de entregar el guión a los chicos para que se aprendieran sus réplicas, Diego Luna les iba explicando cada día el tipo de escenas que iban a rodar. "Christopher entendía lo que pasaba, pero en un conjunto organizado como si fuera un juego, como si inventáramos su personaje. En el plató, yo les describía la escena y lo que iba a pasar, pero les daba muy poco diálogo. Como Christopher no había leído el guión entero, cada día aprendía nuevas cosas acerca de Abel".

Como director, Luna ante todo lograba que los chicos se adueñaran de sus papeles antes de rodar las escenas en las que desarrollaran las reacciones más que el diálogo. A medida que el rodaje avanzaba, les iba explicando la escena siguiente y les proponía una serie de réplicas que podrían decir en determinadas situaciones.

Para Diego Luna también era muy importante encontrar a la actriz adecuada para el papel de Cecilia porque: "Para contar la historia de Abel tenía que contar también la de Cecilia". Como contrapeso para el joven intérprete, Luna eligió a Karina Gidi, una experimentada actriz mexicana: "Karina era perfecta para el papel. En la cultura mexicana, la madre es la persona más importante de la familia. Es la que marca el tono del hogar, la que impone las reglas y la que está en un pedestal, sobre todo para los niños. Desde un punto de vista cultural, para afirmar que una cosa es genial decimos 'está de poca madre' y cuando juramos decimos 'chinga tu madre'. Para los niños mexicanos, la madre lo es todo".

Diego Luna se ha inspirado en el amor ciego que un progenitor siente hacia su hijo y la idea según la cual si amamos lo bastante a alguien podemos curarlo de sus problemas. "Ella cree que su amor puede salvarlo, pero a veces eso no es suficiente, ésta es la triste realidad. Yo quería que fuera un personaje complejo, muy próximo a lo que somos, a lo que la vida puede ser".