La fiebre del oro

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En la Barcelona del siglo XIX, la inversión en bolsa es el negocio de moda para muchas personas. Gil Foix (Fernando Guillén) es un agente de cambio y bolsa que se dedica a gestionar las inversiones de los vecinos de su pueblo natal con el suficiente acierto como para acabarse convirtiendo en uno de los hombres más prósperos de la ciudad.

Con su triunfo, su vida cambia y todo el mundo le respeta, pero su familia tiene miedo ante la posibilidad de que las cosas no siempre le vayan bien. Por eso, intentan protegerle, pero sus ansias de grandeza y la ambición de algunas personas de su familia acabarán destrozando a la familia entera.