Ronda nocturna

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En la parte meridional del hemisferio sur, a finales de octubre la primavera ya está presente en todas partes. Al final del día, la gente se entretiene en las calles, mientras una brisa fresca alivia el calor del día. Cuando la «gente diurna» se va a casa y la «gente de la noche» les toma el relevo, la cámara recoge, como por casualidad, a un chico de 19 años – Víctor. Es un «chico de alquiler» que empieza su ronda de cada día en busca de clientes.

Durante la tarde siguiente se encontrará con un variado grupo de personajes que son parte de su rutina habitual – un agente de policía que le echa un polvo en su coche como pago de "protección", adictos en busca de una dosis extra, un tipo que le introduce en una elegante sauna, el embajador que reúne a invitados insólitos en una recepción en la suite de su hotel, y finalmente un taxista que también había estado "en el mercado" y que ahora ha heredado algo de dinero de un cliente difunto…

Pero gradualmente se va haciendo aparente algo que se sale de lo normal. La violencia sin motivo parece acechar por todas partes y amenazar a Víctor – desde la ventana de un taxi ve a una mujer que empuja a un hombre debajo de un camión, más tarde un coche a toda prisa casi lo atropella, y después su antiguo amigo intenta ahogarle antes de desaparecer como por arte de magia…

Finalmente se encuentra con una chica a la que no reconoce inmediatamente – una encantadora amiga de la infancia que nunca ha dejado de amarle y que parece que quiere avisarle de algo. Es la noche entre el 31 de octubre y el 1 de noviembre, la víspera del día de Todos los Santos... Entre los indios que todavía habitan el Norte de Argentina existe la creencia de que en esta fecha los muertos tienen permiso para volver a la tierra y llevarse consigo, al otro mundo, a sus seres queridos. Tanto Víctor como la chica son "inmigrantes" que han huido de esas provincias pobres hacia la gran ciudad…

Mientras Víctor comienza lentamente a recomponer las piezas del rompecabezas de esa noche, también entiende que la chica no está viva…