Chicago, año 30

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Gracias al apoyo de un gran gángster, Thomas Farrell logra convertirse en un reputado abogado. Naturalmente, uno de sus clientes más importantes es el mafioso. Ambos son amigos de la infancia y frecuentaron el mismo ambiente durante años, hasta que Thomas quedó cojo tras tener un incidente. Sus vidas no podrían ser más diferentes ahora, pero cuando Rico Angelo le invita a una fiesta, el abogado acepta acudir. Allí conocerá a Vicky Gaye, una aspirante a bailarina que, según confiesa a Farrell, necesita escapar del acoso que la banda de mafiosos ejerce sobre ella. Cuando una de sus compañeras aparece muerta, todo se complica para Vicky y también para Thomas.