El mito

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Siendo el 221 antes de Cristo, Qin Shihuang, primer Emperador de China, comenzó a edificar una tumba real pese a pretender ser inmortal. Contando con el prodigioso esfuerzo de más de 700.000 obreros forzados, el mausoleo se finalizó en 37 años. La leyenda establece que para asegurar el más absoluto secreto, todos cuantos trabajaron en el proyecto fueron enterrados en vida junto al Emperador difunto. No hubo supervivientes.

A lo largo de los siguientes 2000 años, historiadores, buscadores de tumbas, y aventureros sin escrúpulos han estado buscando el tesoro real oculto en el interior. Pero nadie ha logrado localizar siquiera la entrada al mausoleo. Así, el tesoro del primer Emperador, en el que se supone que está el célebre y legendario elixir de la juventud, permanece intacto.

El intrépido arqueólogo Jack (Jackie Chan) y el ambicioso científico William (Tony Leung Ka Fai) emprenden una aventura que les conducirá al mayor descubrimiento de toda la historia de China. Su periplo se inicia en Dasar, la India, donde se topan con una antigua espada perteneciente a la Dinastía Qin y con una piedra preciosa que parece desafiar la fuerza de gravedad. El botín no sólo les lleva al mítico mausoleo sino que también pone en contacto a Jack con su oscura vida pasada. En unos sueños extraños, Jack se ve a sí mismo como la reencarnación de Meng Yi, un general que se enamoró de la primera y bella esposa consorte del Emperador, Ok Soo (Kim Hee Seon), unos dos mil años atrás. Mientras Meng Yi capitanea las tropas en una guerra desesperada contra los rebeldes, también debe combatir sus más profundos deseos al tener que elegir entre un amor eterno y la lealtad al Emperador. De vuelta a nuestros días, está a punto de revelarse el último y más oculto secreto del primer Emperador. Nuestros dos aventureros han logrado penetrar con éxito en el Palacio celestial, una fortaleza llena de trampas mortales, mientras Jack mira de frente su pasado.