Solo para clarinete

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Una redada en un burdel ilegal. El Detective Jefe Bernie Kominak (Götz George) y su joven colega Freddie (Tim Bergmann) buscan de nuevo entre la basura de la ciudad. Bernie ha perdido toda la fe en su profesión. Además, su vida privada está a punto del colapso. Su esposa no pueda seguir soportando su trabajo y su hijo, psicológicamente inestable, le odia.


Una vez más, recibe otra llamada telefónica urgente y debe enfrentarse a un nuevo caso. En un desolado bloque de viviendas se ha encontrado el cadáver de Georg Steinmann (Joachim Dietmar Mues). Falta una parte de sus genitales y la cabeza parece que ha sido aplastada con un clarinete. Bernie encuentra un paraguas amarillo en el escenario del crimen que desaparece poco después.


Más tarde, Bernie distingue a una joven con un abrigo rojo que lleva el mismo paraguas amarillo. Al comprobar la matrícula de su coche, se entera que pertenece a Anna Séller (Corinna Harfouch), una atractiva mujer divorciada. Empieza a vigilarla. Pero la evidencia que recoge no le lleva a ninguna parte. Bernie parece atascado en sus investigaciones; al mismo tiempo su vida privada se está haciendo pedazos. Como resultado, se pelea con su superior. Cuando le suspende a Bernie de su trabajo, Bernie decide continuar con el caso por su cuenta.