Una Navidad de locos

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Después de celebrar fiel y felizmente durante toda su vida la Navidad, y con su hija Blair (Julie Gonzalo) de viaje, Luther (Tim Allen) y Nora (Jamie Lee Curtis) Krank se enfrentan a la perspectiva de una muy solitaria Navidad. Una noche, Luther mira con anhelo un atractivo poster en la ventana de una agencia de viajes y se imagina con Nora tomando el sol en un crucero por el Caribe. ¿Qué pasaría si esta Navidad no hubiera árbol, luces, pasteles de dátil, fiestas, decoración...? Aunque Nora al principio es reacia a la idea de escapar de la Navidad pronto le toma simpatía al plan. Pero cuando sus vecinos de la Calle Hemlock se enteran, se horrorizan. Para empeorar las cosas, Luther se niega a poner su muñeco de nieve iluminado en su tejado. Cada casa tiene un muñeco en el techo durante la Navidad. La Calle Hemlock es famosa por eso y ha ganado numerosos concursos patrocinados por el periódico local por sus decoraciones navideñas. La batalla entre los Kranks y sus vecinos rápidamente se intensifica, amenazando la armonía de la comunidad y el espíritu propio de la Navidad. Entonces, sin previo aviso, Luther y Nora reciben una llamada de su hija en la cual les comunica su regreso a casa para pasar las fiestas. Ahora los Kranks tienen menos de veinticuatro horas para recuperar, ellos y todas las familias en la Calle Hemlock, de nuevo el verdadero espíritu navideño.